La Ermita de Nuestra Señora del Ara, situada en las estribaciones de Sierra Morena y a pocos kilómetros del municipio pacense de Fuente del Arco, fue probablemente templo romano por la cercanía a Regina Turdulorum y a la mina de la Jayona, antigua mina de hierro. A finales del s.XV los visitadores de la Orden de Santiago, mandan a pintar la ermita para catequizar al pueblo. Aunque no se sabe en que fecha comenzaron a pintar, se conoce que acabaron en 1736, y que al menos fueron seis pintores distintos desconocidos. Se recogen los primeros datos en el Libro de Montería de Alfonso X “El Sabio” s. XVIII, donde nos habla de los frescos y de la tabla.
La arquería de la fachada sur de la iglesia demuestra el estilo mudéjar que se utilizó para su diseño, que se funde con las columnas romanas en la puerta de acceso al interior del templo.
Una maravilla que se conserva en un paraje único, con aromas de tomillos y jaras que no deja indiferente al visitante.
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